El alcalde de Zalamea
Excelente representación del clásico "El alcalde de Zalamea" con magníficos intérpretes y una dirección en la que destaca el duelo entre el alcalde Pedro Crespo y el general don Lope de Figueroa, villano y noble, y donde el humor y el drama se respira en cada momento.
Una obra no apta para los que ya no les gusta un clásico representado como tal, sin aditamentos.
No es la habitual obra que se representa en un espacio vanguardista como Teatros del Canal y no ha hecho felices a muchos críticos y espectadores que no disfrutan con los clásicos si no se acercan a la realidad contemporánea.
Es un debate en el que no entro, el teatro de calidad no tiene límites, tanto vale una versión que siga el texto original como una representación que utilice el texto como simple inspiración, el resultado es lo que importa. Es tan absurdo decir que el teatro clásico no tiene sentido hoy en día si no se contextualiza como si alguien leyera un libro del barroco y lo rechazara porque el editor no lo ha "actualizado".
El debate sería más largo y con más matices pero vayamos a esta representación en concreto que es lo que importa.
José Luis Alonso de Santos ha querido representar el clásico tal y como lo creó el genio de Calderón de la Barca y lo ha conseguido plenamente. Pocas modificaciones textuales (pocos añadidos, supresiones), las que ha pensado necesarias para permitir que la función tenga el dinamismo y profundidad que buscaba, con especial énfasis en la parte más humorística de este drama, requiebros entre secundarios y duelo dialéctico entre protagonistas.
Recuerdo algo del argumento: las tropas españolas a su paso por Zalamea, un pueblo de Badajoz, hacen una parada y se alojan en las casas del pueblo. La hacienda del más rico se reserva para el capitán de la tropa porque allí vive Pedro Crespo con su hermosa hija. Los requiebros del capitán acaban con una discusión entre el padre, el hermano y el capitán que se resuelve con la llegada del general don Lope, quien mediará y se alojará en su lugar. El rico villano defiende el honor y la honra como propio de cualquier ciudadano, sin estar ligado a la nobleza.
El capitán secuestrará y violará a la hija y será detenido por orden de Pedro que ha sido nombrado alcalde de Zalamea, aunque no esté autorizado para aplicar la justicia militar...
La sencilla y bella escenografía de Ricardo Sánchez Cuerda permite pasar de forma rápida de las escenas representadas en el bosque, en las afueras del pueblo, a las escenas que transcurren en el patio de la hacienda del aldeano. Los grandes troncos blancos se elevan y el fondo del decorado del bosque se transforma en las paredes de la casa moviendo los paneles. El diseño de iluminación nos transporta a la calidez y nocturnidad de algunas escenas y, junto al vestuario clásico y la composición de grupos de actores, nos parece que nos encontramos en un cuadro de época.
José Luis Alonso de Santos dirige toda la obra de forma dinámica, con los silencios dramáticos y reflexivos que precisa, con fuerza arrolladora cuando se han de lucir los actores en sus enfrentamientos dialécticos, con gracia y desparpajo para los secundarios, canciones incluidas. Quizá el momento menos intenso, más tibio, lo he encontrado en la desolación de la hija en el bosque tras ser violada. Adriana Ubani no está al mismo nivel interpretativo que Arturo Querejeta (la mirada, el gesto indeciso de ese padre al encontrar así a su hija dice mucho más que el lamento).
Arturo Querejeta (Pedro), Daniel Albaladejo (el general) y Javier Lara (el capitán) están excelentes en sus personajes, referentes interpretativos. Isabel Rodes llena con su vitalidad toda la escena, muy bien acompañada por Jorge Basanta. Destacables también Andrés Picazo (el hermano) y la mencionada Adriana Ubani. A todos ellos hay que felicitarlos por la fluida declamación de los diálogos en verso.
Una representación de "El alcalde de Zalamea" que recomiendo para los que son todavía capaces de disfrutar de un clásico tal cual. Calderón fue un adelantado en su época y entendió la situación de las mujeres de su tiempo indefensas ante la sociedad y la injusticia de las prerrogativas de los nobles y militares frente al pueblo llano. Además, su genio dramatúrgico supo crear ricos personajes y situaciones límite para provocar la reflexión más allá del puro entretenimiento, con una prosa lírica muy bella en ocasiones.
Texto: Pedro Calderón de la Barca
Adaptación y dirección: José Luis Alonso de Santos
Intérpretes: Arturo Querejeta, Daniel Albaladejo, Javier Lara, Adriana Ubani, Jorge Basanta, Isabel Rodes, Andrés Picazo, Fran Cantos, Pablo Gallego Boutou, Jorge Mayor, Carmen Lloret, José Fernández, Guillermo Calero, Daniel Saiz, Alberto Conde.
Escenografía: Ricardo Sánchez Cuerda
Iluminación: Felipe Ramos
Vestuario: Elda Noriega
Música original y sonido: Alberto Torres y Alberto Vela
Ayudante de dirección: Remedios Rodríguez
Producción: Comunidad de Madrid
Teatro: Teatros del Canal Del 19 de septiembre al 13 de octubre de 2024
Duración: 100 minutos
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