Bernice

"Bernice" es un clásico de la dramaturgia norteamericana que ha sido rescatado. La obra es un drama tradicional cocinado a fuego lento, conflictos esperables y sin muchas profundidades. Destacable por las interpretaciones de Eva Rufo y Jesús Noguero.

Ha fallecido de forma inesperada la joven Bernice y el féretro está todavía en la casa donde se encuentran el anciano padre y la criada que la han visto morir. Esperan la llegada de su marido y de la cuñada desde Nueva York (el marido estaba allí por negocios...). Poco después llegará Margaret, la íntima amiga de Bernice, que desconocía el suceso. Marido y amiga se enfrentarán.

La obra publicada en 1919 por Susan Glaspell ha quedado anticuada. Aunque obvie un par de frases que pretenden ser lírico-reflexivas y resultan rebuscadas (por no decir sonrojantes), los personajes están definidos desde el principio conforme a estereotipos: cuñada celosa y malvada, padre resignado, criada fiel y suspirosa, marido egoísta, pretencioso y con amantes, mujer (fallecida) abnegada. Margaret, la amiga incondicional, es el único personaje que se sale de patrones habituales y resulta, por tanto, la más interesante.

Susan Glaspell introduce un elemento con el que pretende sorprender al espectador para luego descubrir que era una patraña y el resultado es poco creíble. Ni siquiera por aquí la obra llega a interesarnos.

Todos los intérpretes realizan una gran interpretación, salvo el tono exagerado de Rebeca Hernando como malísima cuñada que la directora debería haber intentado matizar. Brillantes, como siempre, Eva Rufo y Jesús Noguero.

La dirección de Paula Paz me ha parecido agónica: es lógico dejar silencios para dar realismo a la tristeza que sienten los personajes pero alargar esos silencios y suspiros, una y otra vez, produce sopor escénico. Diálogos y monólogos largos sin aportar casi nada (esa primera lectura del sánscrito, por ejemplo) son atribuibles a la autora más que a la directora, que ha decidido respetarlos. Escuchar el nombre de la ausente Bernice un centenar de veces tampoco ayuda mucho... Ni los continuos elogios a una mujer que parece más un ser divino que un ser humano.

La escenografía de Monica Boromello reproduce un interior clásico con vegetación exterior en consonancia con el espíritu de la obra y la dramaturgia elegida. Vestuario también clásico, de época.

Muy eficaz la iluminación que construye ambientes conforme a los espacios y las horas del día de cada escena.

En resumen, una representación lentísima que no me provoca ningún estímulo más allá de ver en el teatro a esos dos grandes intérpretes que son motivo suficiente para comprar una entrada sin saber nada más.

No os enfadéis pero no todas las mujeres escritoras deben ser rescatadas, sólo aquellas que se lo merezcan.

Texto: Susan Glaspell

Dirección: Paula Paz

Traducción y versión: Ignacio Gª May

Intérpretes:

Abbie: Esperanza Elipe

Margaret Pierce: Eva Rufo

Sr. Allen: Javier Lago

Craig Norris: Jesús Noguero

Laura: Rebeca Hernando

Escenografía: Monica Boromello

Iluminación: David Picazo