Cuando caiga la nieve
Cuando caiga la nieve es una obra que pertenece a la corriente de teatro narrativo, tan frecuente en los últimos tiempos. Cuatro actores cuentan sus historias, aquí entrecruzadas, de cara al público, con mínima dramaturgia escenificada. A pesar de ser una forma teatral que no goza de mis simpatías, poco a poco me han ido atrapando los personajes y el conjunto de lo narrado. Personajes llenos de soledad, aislados en una ciudad tan abarrotada de gente como Madrid.
En torno a una urna dorada que contiene unas cenizas giran las historias de los cuatro personajes.
Un joven tumbado en la nieve observa el cielo, recuerda a su madre, cuando los llevaba al campo a su hermano y a él para ver la emigración de las aves. Cuando la madre murió, decidieron echar sus cenizas en ese lugar.
Una mujer acude nerviosa a la policía porque le han robado la urna con las cenizas de su padre, la dejó un momento en la acera y desapareció.
Un limpiador colombiano nos cuenta que en los contenedores se encuentra de todo, desde una caña de pescar a una urna con cenizas. Nos cuenta que decidió llevarse la urna para dar un destino digno a las cenizas.
Un hombre se gana la vida haciendo de "hombre invisible" en la calle, junto al palacio Real de Madrid. Hace tiempo que abandonó su familia y lleva una vida solitaria de subsistencia...
Todos estos personajes nos cuentan sus historias, casi siempre cara al público a pesar de entrecruzarse. Al principio son anécdotas existenciales que podrían haber sido contadas con un micrófono en un show cualquiera pero, conforme sigue la obra, lo narrado va retratando a sus personajes, la soledad, el desarraigo con la sociedad y la persona cercana (hermano, padre, hijo, madre). Un inmigrante que no ha encontrado su hueco aquí y piensa con nostalgia en su país y en su madre allá. Un hijo que reencuentra a su padre ya tarde. Una mujer que no se entiende con su hermano ni se entendía con su padre autoritario ya muerto... Tristeza y melancolía vital salpicada de anécdotas graciosas, una sonrisa que surge como vía de escape del paisaje gris de sus existencias. Cenizas y nieve que anulan los colores de la vida.
Estas historias, que funcionarían mejor como relato, consiguen llegarnos a pesar de la ausencia de desarrollo escénico. Salvo dos pinceladas, en las que los demás actores sirven de figurantes, la obra es una narración.
Los actores consiguen superar las limitaciones que impone este tipo de teatro "cuenta historias", consiguen trascender lo narrado y reflejar algo de sus propios personajes. El peso de la función lo lleva Fernando Delgado-Hierro (Scratch) y su interpretación "natural", como si fuera él mismo y no caracterizara a ningún personaje, produce al principio un cierto distanciamiento que nos impide entrar rápidamente en su personaje, necesitamos tiempo para calar su hondura dramática. José Luis Alcobendas, como ya nos tiene acostumbrados, nos hipnotiza desde el primer momento con su voz, su mirada, su rostro tan expresivo. Chupi Llorente perfecta como una ama de casa nerviosa, pesada, prolija en detalles, insegura tras una convivencia bajo el yugo masculino. Fabián Augusto Gómez (En la ley) es un actor característico que nos desconcierta pero, al mismo tiempo, encaja con el perfil de su personaje.
Julio Provencio ha dirigido el texto narrativo con fidelidad extrema, permitiéndose escasas escenificaciones: el joven tumbado en la nieve (maravillosa capa de plumas), el limpiador abriendo camino con una escoba mientras otro actor narra su parte, los extras que acompañan con sus propios disfraces al "hombre invisible" en la plaza de Oriente ¡ojalá hubiera habido algún momento más como este! Agradezco que con este texto no se hayan utilizado micrófonos.
Cuando caiga la nieve es de lo mejor en teatro narrativo.
Texto: Javier Vicedo Alós
Dirección: Julio Provencio
Intérpretes: José Luis Alcobendas (hombre sin cabeza), Fernando Delgado-Hierro (chico joven), Fabián Augusto Gómez (limpiador), Chupi Llorente (hija)
Vestuario: Yeray González Ropero
Producción: La Belloch Teatro
Teatro: La Cuarta Pared 7 al 16 de junio de 2018