En la ley
La novela y el cine de ciencia ficción, en muchas ocasiones, nos han planteado dilemas sobre la sociedad actual y el ser humano en un contexto alejado de la realidad que vivimos. Se ha escrito poco teatro en este género y resulta difícil ser original y no caer en repeticiones de temas ya vistos o leídos.
En la ley, de Sergio Martínez Vila, es una obra que reflexiona sobre la utopía de la igualdad, la supervivencia, la libertad, con un texto que no termina de perfilar personajes, que no desarrolla adecuadamente algunas situaciones y, además, oscila entre el realismo textual y elementos absurdos. La historia se diluye y las posibles reflexiones se apagan en una obra que se alarga.
Nos encontramos en un mundo post-apocalíptico. Una comunidad de mujeres se rige por la Ley. Aisladas del ambiente hostil y de violencia que puebla la tierra, sobreviven en unas condiciones extremas de pobreza; cultivan la tierra que da pocos frutos, recogen agua, educan a sus hijos en la Ley como si de un catecismo se tratara, vigilan la entrada de intrusos, parten leña para el fuego que les dará algo de calor. La Ley establece que todos son iguales, no hay individualidades, los nombres se pierden, todo se reparte, hasta un abrazo... Los hombres que las visitan sirven para fecundarlas, a todas por igual. Un día aparece un intruso que alterará la convivencia que, ya de por sí, presentaba algunas desavenencias.
El principio de la función nos hace intuir cuál va a ser su principal problema: la reiteración y la ausencia de entidad de personajes (en parte debido a la alienación de la comunidad). Inicio: tres mujeres repiten sus acciones del día a día, de forma insistente e innecesaria para remarcar que es una vida monótona y básica de subsistencia. Hay, además, escenas que se resuelven de forma poco congruente como la relación madre e hijo. Otras escenas quieren ser rompedoras como la extraña caracterización del intruso, especie de fauno o saltimbanqui que corretea alrededor del campamento e irrumpe en la vida rutinaria de las mujeres, verborrea incontenible.
Por otra parte, la obra gana fuerza en algunos momentos: las dudas que se plantea la madre o la relación sexual, fría y desnaturalizada, que contemplamos.
La sala se ha modificado para colocar cuatro gradas entorno al escenario y conseguir una integración y acercamiento a la dramaturgia. A destacar la escenografía y el vestuario que, con muy pocos elementos, consiguen recrear perfectamente el mundo del futuro imaginado.
Carmen Mayordomo se impone con su personaje duro, sin escisiones. Begoña Caparrós interpreta con gran acierto a la madre que duda, que tiene algún resto de humanidad. El personaje del intruso interpretado por Fabián Augusto Gómez resulta el elemento distorsionador de la obra, alejado de la corriente realista textual e interpretativa.
La obra surgió en un laboratorio de investigación dramatúrgica y escénica creado por la Sala Cuarta Pared y se estrenó en diciembre de 2016. La obra ha seguido evolucionando y ahora se reestrena con los mismos actores.
En la ley contiene elementos interesantes que se malogran en un texto que precisaría mayor definición.
Texto: Sergio Martínez Vila Dirección: Juan Ollero Actores: Carmen Mayordomo, Ángela Boix, Begoña Caparrós, Carlos Troya, Fabián Augusto Gómez Bohórquez Escenografía: David Orrico Vestuario: David Orrico y Sara Bacigalupe Iluminación: Mari Luz de la Fuente
Producción: EL QUICIO DEL ALFEIZAR SL y Sala Teatro Cuarta Teatro: Sala Teatro Cuarta Pared
31 de agosto a 16 de septiembre
Duración: 90 minutos