Un tranvía llamado Deseo
- Jesús Falcón
- 4 jul
- 3 Min. de lectura
Actualizado: 9 jul

"Un tranvía llamado Deseo", una de las obras más emblemáticas de Tennessee Williams, se puede disfrutar en el Teatro Español bajo la dirección de David Serrano. Nos encontramos con una de las mejores representaciones de este clásico, con Nathalie Poza genial en su papel de Blanche.

Tras arruinarse y perder la casa familiar, Blanche Dubois se presenta, sin previo aviso, en la casa de su hermana Stella que está casada con un rudo polaco, Stanley Kowalski. Blanche, con sus aires de mujer elegante y delicada, choca de frente con su cuñado. En una de las partidas de póker conoce al ingenuo Mitch del que se enamora. La fragilidad de Blanche y su inadaptación al presente acabará en una crisis cuando su pasado sea desvelado.
Cualquier versión de "Un tranvía llamado Deseo" se enfrenta al recuerdo que nos dejó esa maravillosa película de Elia Kazan y esos actores que interpretaron los personajes. Es decir, parte con la desventaja de la comparación, aunque el medio cinematográfico y el teatral sean diferentes. También es un hándicap para cualquier director e intérprete que debe crear su propia versión, plasmar su arte fuera de influencias.
David Serrano y su elenco han conseguido una representación propia y de alto nivel. La "insoportable" Blanche con su afectación y sus manías histéricas se transforma, en el curso de la obra y a los ojos del espectador, en una mujer frágil, injustamente maltratada, con la que empatizas. El ambiente machista que su hermana ha llegado a aceptar (de forma incomprensible para Blanche) se convierte en una atmósfera aniquiladora para ella. La tragedia se palpa desde los primeros minutos.
Machismo y violencia planean sobre un personaje en busca de cariño, comprensión y amor. La fantasía de vivir en un mundo y en una sociedad que no existe (y menos en la cruda realidad de la clase trabajadora) con la mentira como engaño y autoengaño para perpetuar esa vida idílica que la protagonista se ha inventado. Ejes en los que discurre este drama.
Me encontré con una bella escenografía donde se recrea la pequeña casa de los Kowalski con un dormitorio aislado por una cortinilla de la zona del comedor-cocina y un baño por todo habitáculo; unas cortinas servirán de límite con el exterior y con el patio interior. Un atrezzo con muebles y elementos propios de la época, con ese baúl en primer plano, del que sale toda la ropa elegante que se ha traído Blanche, con los compartimentos de espaldas al público (un baúl de las sorpresas). Todo muy clásico. El patio central del teatro se utilizará en ocasiones para la entrada o salida de personajes, sin excesos.
David Serrano obtiene lo mejor de esta obra de Tennessee Williams, compleja en su estructura y sus personajes, con escenas en las que hay que tener muy clara la dirección e interpretación para hacer creíbles los diálogos y las situaciones.
Si ya en la época que Tennessee Williams escribió esta obra la protagonista parecía sacada del siglo XIX, hoy en día resulta todavía más difícil seguir convenciendo en la verosimilitud del complejo personaje. Con el increíble trabajo de Nathalie Poza y de Pablo Derqui, el director lo ha tenido más fácil.
El machismo y el maltrato retratado en la obra sigue vigente: por desgracia no es una recreación histórica.
IMPRESCINDIBLE
Texto: Tennessee Williams
Dirección y adaptación: David Serrano
Intérpretes:
Blanche Dubois: Nathalie Poza
Stanley Kowalski: Pablo Derqui
Stella Kowalski: María Vázquez
Harold Mitchell: Jorge Usón
Eunice Hubbel: Carmen Barrantes
Pablo: Rómulo Assereto
Steve: Mario Alonso
Joven: Carlos Carracedo
Escenografía: Ricardo Sánchez Cuerda
Vestuario: Ana Llena
Iluminación: Juan Gómez-Cornejo
Composición musical: Luis Miguel Cobo
Movimiento escénico: Carla Diego Luque
Ayudante de dirección: Montse Tixé
Producción: Producciones Abu, Milonga Producciones, La Casa Roja Producciones, Teatro Picadero y Gosua
Teatro: Español Del 12 de junio al 27 de julio de 2025
Duración: 150 minutos


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