Perra royendo hueso
Monólogo impactante de una mujer recluida en un manicomio, abandonada y olvidada por todos. ¡Nada menos que Camille Claudel! "Perra royendo hueso" es una obra exquisita y sensible que no debería pasar desapercibida: es lamentable que sólo tuviera cuatro funciones en Madrid y poca difusión.
Antecedentes: Camille Claudel fue una escultora maravillosa eclipsada por su maestro y amante Auguste Rodin. Colaboró con el artista en su producción hasta la ruptura ocasionada por la infidelidad de Rodin. Tuvo un cierto éxito en su época pero, por sus crisis nerviosas y estado mental, acabó por recluirse en su casa-taller. Cuando falleció su padre, la familia ingresó a Camille en un manicomio y estuvo encerrada allí treinta años, hasta el día de su muerte.
La historia de la obra empieza a los 7 años de internamiento.
"Perra royendo hueso" ha sido mi primer encuentro con Laura Gamo, aquí en su triple faceta como actriz, directora y dramaturga, y ya me he convertido en fan suyo. Laura realiza una magnífica interpretación, juega con la voz y el movimiento corporal, las manos y la mirada como elemento esencial en la composición. El ritmo y el tono de la obra varían, en algunos momentos dramática, casi siempre crítica y reflexiva, a veces evocadora; el monólogo nos cautiva en todo momento. Un texto desgarrador que no elude la poética y que se apoya en los movimientos escénicos, como una danza, que utiliza elementos básicos como una silla o una cinta, para crear una coreografía anímica. La actriz se mueve por el escenario con el dinamismo que precisa la obra, nunca estática (aunque haya silencios, pausas) siempre imaginativa. Recuerdo de forma especial la evocación de la figura implorante de "La edad madura" o las cintas con las que se envuelve como si la presencia de Cloto hubiera creado su destino, de gran belleza escénica.
La iluminación intimista crea el ambiente que necesita la historia y es que todos los detalles de la puesta en escena están cuidados con mimo, con el mérito de saber sacar partido desde lo más sencillo.
La obra nos enfrenta al sufrimiento y al coraje de una mujer en una época en la que ser mujer y artista era una rareza, mal vista y peor valorada, en la que ser amante de un famoso artista eclipsaba cualquier realización personal. Una época en la que ingresar en un manicomio significaba no volver a salir, una condena equiparable a cadena perpetua. Por encima de la desgracia permanece en este personaje su energía y determinación, sus sueños y, también, el particular ajuste de cuentas con el innombrable Rodin, la familia y la sociedad en general. Ajuste de cuentas dentro de las paredes de su celda, con los ruidos y aullidos de los otros locos. A pesar de su larga reclusión, no ha perecido su alma de artista y, a través de ensueños, seguirá recreando sus esculturas, buscará crear belleza desde su viva tumba, anhelará salir algún día al exterior.
Hay una cuenta que saldar con Camille Claudel y con esta obra. Esperemos que su camino no haya terminado ahora en Madrid y pueda volver a representarse.
Texto y dirección: Laura Garmo
Intérprete: Laura Garmo
Diseño de sonido e iluminación: Antonio Colomo
Escenografía: Lorena Rubiano
Vestuario: Clara Echarren
Producción: Colectivo Germen
Teatro: El Umbral de la Primavera
Del 4 al 25 de noviembre de 2021
Duración: 70 minutos
Comments