Los gestos
"Los gestos" es una obra que supone un cambio o una evolución en la dramaturgia de Pablo Messiez, cuyo germen ya se encontraba en parte de su obra o en sus afinidades en la dirección, su imaginario conceptual, quizá "El tiempo que estemos juntos" sea la más próxima a esta.
Una representación teatral puede interesar o apasionar por muchos aspectos, no es necesario entender todo lo que ocurre en el escenario. Los estímulos pueden llegar al espectador por la evocación que le transmiten e interpelan las escenas, el extraño sentido de las palabras o los gestos, la atmósfera que envuelve la obra, muchas veces la música consigue acercarnos a la sensibilidad de lo representado. El teatro como forma artística puede, de forma inexplicable, remover nuestros sentidos, no sólo por su cercanía a la realidad y la reflexión interna que nos pueda provocar.
Tras este preámbulo, quizá innecesario, tengo que decir que no he conectado con "Los gestos" en casi ningún momento de la representación. Como admirador de Pablo Messiez me resulta duro y me crea una incertidumbre sobre sus próximas propuestas porque el cambio, la elección que ha tomado, ha sido muy meditada y procede de ese germen que ya se encontraba en su obra. Es un proceso intelectual y creativo que no comparto por el momento.
Todos los actores destacan en algún momento de la obra. La interpretación de Nacho Sanchez, incluida la lectura (o simulación de lectura), me ha impresionado, es un actor magnético que siempre me deslumbra. Fernanda Orazi también brilla con su vitalidad y personalidad aunque su espacio interpretativo no le permite un papel en el que destacar.
Algunos movimientos actorales captan mi atención por su expresionismo, aunque en otras ocasiones la repetición de recursos ahoga el encanto; algunas palabras poéticas despiertan mi sensibilidad pero en otras escenas el lirismo parece forzado y me distancio. Nunca me había ocurrido con las obras de Messiez.
El argumento resulta anecdótico, acciones y diálogos sin encontrarles un sentido, aunque sólo fuera expresivo...
El escenario, con la escenografía sencilla de Mariana Tirantte, resulta inmenso para el grupo actoral, una sensación algo desoladora. La obra podría alcanzar más fuerza en un espacio más reducido, sobre todo en algunos movimientos enérgicos que aquí se diluyen.
En fin, alguna luz del genio Messiez entre tanta oscuridad onírica y el gozo de ver a este grupo de actores me mantuvieron expectante en lo representado.
Texto y dirección: Pablo Messiez
Intérpretes: Elena Córdoba, Manuel Egozkue, Fernanda Orazi, Nacho Sánchez y Emilio Tomé
Escenografía: Mariana Tirantte
Iluminación: Carlos Marquerie
Vestuario: Cecilia Molano
Coreografía: Elena Córdoba
Ayudante de dirección: Alicia Calôt
Producción: Centro Dramático Nacional y Teatro Kamikaze
Teatro: Teatro Valle - Inclán Del 1 de diciembre al 14 de enero de 2014
Duración: 90 minutos
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