Hechos y faltas
Sorprende que una comedia de corte comercial, con la que se inaugura la nueva temporada del teatro Pavón, nos aburra; no sorprende, sin embargo, que no profundice en el enunciado que plantea. Los actores están correctos y no pueden hacer más con un texto que no hay por dónde cogerlo.
Emily, redactora jefe de una de las mejores revistas norteamericanas, encarga a un joven empleado que verifique los datos que aparecen en un artículo que se va a publicar de un importante escritor. El artículo profundiza en el suicidio a partir de un hecho ocurrido en las Vegas: un adolescente ha saltado desde una torre. El escritor es conocido por las licencias poéticas que se toma y el joven redactor tendrá que enfrentarse con él por las discrepancias que encuentra con los hechos reales.
Tras conocer que el autor falsea datos, no hay mucho más que contar. Escritor y periodista se parapetarán en sus posturas, el escritor siempre se justificará en la fuerza del relato, en la poética de lo narrado y el periodista en la veracidad de los hechos. El problema es que se discute con insistencia agotadora hasta el detalle más banal y estúpido (color de los ladrillos de un edificio, atardecer, etc.) y resta interés a un debate que podría ser mucho más enriquecedor sin aportar gracia o humor en estas simplicidades. La mediación de la redactora jefe se reduce a incluir o descartar cada punto utilizando el juicio básico común.
Del suicidio no se habla, sólo interesa esa pelea sobre unos fragmentos que nos leen (hasta tres y cuatro veces) del artículo y que de un plumazo se podrían haber resuelto (el ego del escritor no es criterio de peso suficiente).
Los diálogos se repiten, las actitudes también, frases idénticas y vuelta a empezar. Aburridísimo.
Los personajes están esbozados con un grueso trazo y las dos únicas escenas en las que podrían dar algo de vida a los mismos son de una torpeza abrumadora: la escenificación espantosa de un intento de asfixia y una mención de pasada sobre una relación previa de Emily con el escritor... ¡Tan, tan pobre!
Como comedia me dejó frío, el público tampoco se rio en la función que acudí (algo raro en este tipo de funciones que tiene un público fiel y agradecido a poco que se esfuercen en la representación).
Asombra que se haya necesitado tres autores para escribir algo tan vacuo y sigue sorprendiendo el criterio de selección de algunos teatros. ¡Cómo no echar de menos el antiguo Pavón!
Autores: Jeremy Kareken, David Murrell y Gordon Farrel
Versión y dirección: Bernabé Rico
Intérpretes: Ángeles Martín, Antonio Dechent y Juan Grandinetti
Escenografía: Leticia Gañán y Curt Allen Wilmer (AAPEE)
Vestuario: Pier Paolo Álvaro
Iluminación: José Manuel Guerra
Ayudante de dirección: Vera Conde
Producción: TALYCUAL y MEJOR TEATRO
Teatro: Teatro Pavón Del 30 de agosto al 8 de octubre de 2023
Duración: 70 minutos
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