Forever
Otra joya de Kulunka Teatro, una representación con máscaras que coloca un espejo a nuestra realidad cotidiana, un drama costumbrista y social con detalles humorísticos y una exquisita sensibilidad observadora. La familia como eje argumental universal que se singulariza en cada obra.
En la primera escena nos encontramos con una mujer tirada sobre la cama, desaliñada, con la bata de casa; al levantarse, nos damos cuenta que ha sido golpeada. La historia vuela hacia atrás, cuando unos jóvenes enamorados son felices durante su noviazgo y los primeros años de matrimonio. Con el paso del tiempo, los roces y tolerancias que obliga la convivencia y un hijo con problemas, convertirá sus vidas en un viaje más complicado de lo que soñaban.
Tres actores con sus expresivas máscaras, sin palabras, utilizan la gestualidad del movimiento corporal o, en contraposición, la ausencia del mismo (el silencio dentro del silencio) para contarnos sus vidas y generar una emoción. Un escenario giratorio nos lleva por la casa, de la cocina al dormitorio de la pareja y al cuarto del hijo, con una narrativa estructurada en breves escenas y saltos en el tiempo. Una obra que consigue enternecer al público, provocar la sencilla sonrisa o la irónica carcajada interior mientras transita por un drama de múltiples filos que reflejan realidades sociales del día a día.
El amor, la incomunicación, el acoso escolar, la sexualidad, el desgaste de la convivencia por las diferencias personales que se toleran día tras día, son algunos de los temas que esta obra nos expone desde la emotividad contenida y el realismo sintetizado en escenas cotidianas, conocidas.
Hay muchos detalles en la obra que son consecuencia de un gran trabajo reflexivo de la compañía, producto de la limitación autoimpuesta de la escena muda y las máscaras: desde la sencillez extraer la complejidad del comportamiento humano, la convivencia familiar y las pruebas que depara la vida. Hallazgos como ese escenario giratorio que sirve para pasar de una escena a otra y simboliza los giros que da la vida, tal y como comentan los autores de la compañía.
Los personajes generan empatía, incluso ante sus errores, por esa cercanía que alcanza al espectador. La genialidad de esas máscaras de ojos abiertos, sorprendidos, frágiles y el rostro que remarca los pómulos y labios como si quisieran hablarnos (de sus alegrías y penas, sin limitaciones pero desde el silencio) crea una proximidad expresiva al mismo tiempo que deja en la imaginación del espectador las palabras ausentes.
Si no habéis visto sus anteriores montajes, no os perdáis esta maravilla. Si disfrutasteis con "André & Dorine" o "Solitudes", seguro que vais a repetir.
Dramaturgia: Edu Cárcamo, José Dault, Garbiñe Insausti e Iñaki Rikarte
Dirección: Iñaki Rikarte
Intérpretes: Edu Cárcamo, José Dault y Garbiñe Insausti
Escenografía: Ikerne Giménez y Javier Ruiz de Alegría
Iluminación: Javier Ruiz de Alegría
Vestuario: Ikerne Giménez
Diseño y realización de máscaras: Garbiñe Insausti
Producción: Centro Dramático Nacional, Kulunka Teatro, Teatro Arriaga de Bilbao y Teatro Victoria Eugenia de Donostia
Teatro: Teatro María Guerrero Del 29 de noviembre al 30 de diciembre de 2023
Duración: 100 minutos
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