Contracciones
"Contracciones" es una obra muy sugerente que agota la idea por su estructura repetitiva, necesaria como mecanismo de funcionamiento pero que acaba siendo un lastre.
La jefa y la empleada. Cada microescena se inicia con la jefa esperando en su despacho la entrada de la empleada. Tras la breve cortesía inicial (que se irá agriando conforme pasen las semanas), empieza el sutil e indirecto interrogatorio, el leve acoso que, con el tiempo, se convertirá en un asedio sin escrúpulos y acabará por romper el equilibrio psicológico de la empleada, a pesar de ser una mujer fuerte.
La base del conflicto es la supervisión empresarial de las relaciones laborales entre los trabajadores, con especial control de aquellas que puedan ser sentimentales y la obligación de notificarlas si existen: una política habitual en el mundo laboral norteamericano pero casi ausente en el nuestro.
Aunque pueda parecer por lo expuesto que nos encontramos ante un drama realista, es una representación distorsionada de la realidad con mucha carga humorística: al principio un humor blanco provocado por el absurdo de algunas situaciones (por ejemplo, hacer leer la definición que la empresa da al término relación romántica o sexual e interrogar acerca de ella de forma machacona) pero, conforme se suceden las entrevistas, este humor se irá transformando en puro cinismo y la amargura acabará en un auténtico drama, no exento de sonrisas todavía. Esta es una de las grandes virtudes de esta función.
Pero "Contracciones" no funciona bien por dos graves problemas: la continua repetición de la entrevista (siempre similar aunque cada vez más distorsionada) que lleva al aburrimiento a mitad de obra y, por otra parte, la ausencia de verosimilitud en las escenas finales que producen un inevitable alejamiento de lo representado. Es cierto que la situación entre los personajes, de entrevista en entrevista, va cayendo en una progresiva irracionalidad y podría justificar el absurdo total final pero, en mi caso, me pareció una caída al abismo sin sentido. Esa caja con el cadáver arrojada en el despacho fue una situación inadmisible, estúpida, desde mi punto de vista, claro.
La crítica social de la obra en la que se denuncia la presión de las empresas sobre los trabajadores tal y como está desarrollada aquí, desde el extremo y el absurdo, no consigue removerme al final.
La representación se hace más tolerable por la gran interpretación de Candela Peña, impresionante cómo expresa el desconcierto, la contención, la ruptura... toda una lección actoral. Pilar Castro también realiza un buen trabajo interpretativo aunque su personaje no permite el mismo lucimiento, siempre en una actitud severa y adusta aunque con matices de hipocresía muy bien insertados.
La escenografía nos presenta un frío y aséptico despacho con luces de neón, luces que en ocasiones son molestas cuando relampaguean entre actos al ritmo de una banda sonora algo ruidosa.
"Contracciones" es una obra que pretende una crítica social desde la originalidad y no acierta en su desarrollo para seguir interesando.
Texto: Mike Bartlett
Versión: Jorge Kent
Dirección: Israel Solà
Intérpretes: Candela Peña y Pilar Castro
Vestuario: Carmen17
Escenografía: Bibiana Puigdefàbregas
Iluminación: Rodrigo Ortega
Creación Musical: Guillem Rodríguez
Ayudante de dirección: Juanfran García
Producción: Producciones Come y Calla, S.L.
Teatro: Pavón Del 25 de enero al 19 de marzo de 2023
Duración: 70 minutos
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