Julio César. Antonio y Cleopatra. Timón de Atenas. Tito Andrónico de William Shakespeare
Shakespeare es el mejor dramaturgo. Lo afirmo desde mi experiencia como lector habitual de teatro.
Y "Hamlet" es la Obra de Shakespeare. Escribió otras magníficas obras, pero nada comparable.
En esta entrada del blog os dejo mis breves apuntes de las últimas que acabo de leer que, junto a "Coriolano", conforman los dramas que Shakespeare situó en el mundo greco-romano.
De este puñado de obras destacan "Julio César" y "Coriolano", imprescindibles.
JULIO CÉSAR
No parece extraño que la historia del asesinato de Julio César resultara atractiva a Shakespeare. Además de ser un drama histórico, género que cultivó tanto como las comedias, le permite adentrarse en temas que le interesan profundamente: la muerte, la traición, la tiranía, la volatilidad de la fama...
"Julio César" es una de las mejores obras del dramaturgo, con muchos momentos sublimes, diálogos y monólogos que subrayas por su acierto formal y su profundidad.
El autor pronto se adentra en el tema conocido: nos presenta a Julio César como un personaje muy popular que quiere ejercer un poder absoluto y a los críticos que piensan que se debe actuar. El adivino grita a César ¡Guárdate de los idus de marzo! y, próximo al lugar, se produce el primer encuentro entre Bruto y Casio que llevará a la conjura y asesinato. Casio señala que Julio es un hombre como ellos, que todos hemos nacido iguales y debemos vivir en libertad. Antonio (Marco Antonio) será el amigo de Julio que se vengará del asesinato, aunque no será un personaje puro sino con sus propias ambiciones y falsedades.
La escena del asesinato resulta muy breve, al no existir descripciones en el drama, con apenas apuntes, con escaso diálogo. La visualización de la acción queda en la imaginación del lector y del director de escena. Es un punto culminante del drama que produce cierta desazón en la lectura; aunque tenga su justificación, no se produce la intensidad esperada al contrario de otros asesinatos clásicos de la dramaturgia: pienso, por ejemplo, en Electra y el asesinato no mostrado en escena.
Lo menos acertado del drama, siempre desde mi punto de vista, claro, es la descripción de la tormenta nocturna y las visiones fantásticas y premonitorias: resulta excesivo. La escena previa en la que Julio César ofrece su cuello al pueblo o la discusión final entre Bruto y Casio, son otros momentos desacertados, hiperbólicos. Son fragmentos imperfectos del drama que no hacen mella en el complejo y exquisito entramado de la obra.
La figura de César, como un león entre gacelas, entre hombres débiles, resulta un hombre fuerte en comparación con las personas que lo rodean, no por sus cualidades inherentes. Julio César representa el ascenso del ambicioso que trepa por una escalera y al final desdeña a los humildes escalones que lo encumbraron (genial metáfora de Shakespeare). Con independencia del individuo, el poder absoluto confiere la tiranía.
El personaje de Marco Antonio, su actuación y sus palabras, está muy bien equilibrado, perfecta ambivalencia para poder actuar desde la seguridad. El discurso que hace al pueblo tras el asesinato en el que muestra su lamento y admiración al César muerto delante de sus asesinos y, al mismo tiempo, su papel de hombre razonable que escuchará las razones, es exquisito. Es muy difícil manejar esta escena con tanto acierto y verosimilitud. Es el ejemplo de la oratoria perfecta.
Hay numerosas joyas reflexivas, cargadas de crítica social y humana, expresadas con una belleza y una certera puntería que hiere y, al mismo tiempo, enaltece nuestra sensibilidad. Son esos diálogos que relees y quieres no olvidar, volver a disfrutar, asombrarte del genio que está detrás de esas palabras. Menciono algún ejemplo:
Cuando Calfurnia ruega a Julio César que se quede en casa por los malos presagios de la noche y Julio César le responde: "Los cobardes mueren varias veces antes de expirar. El valiente nunca saborea la muerte sino una vez...
Cowards die many times before their deaths;
The valiant never taste of death but once.
Of all the wonders that I yet have heard,
It seem to most strange the men should fear;
Seeing that death, a necessary end,
Will come when it will come
"¡De todas las maravillas que he oído, la que mayor asombro me causa es que los hombres tengan miedo! ¡Visto que la muerte es un fin necesario, cuando haya de venir, vendrá!"
Bruto inquieto ante la gravedad de sus pensamientos, la necesidad de asesinar a Julio César por el bien general: "Entre la ejecución de un acto terrible y su primer impulso, todo el intervalo es como una aparición o una horrorosa pesadilla"
Bruto se impone al grupo para que el asesinato no sea una carnicería, sólo el sacrificio de César a los dioses "¡Nos hemos levantado todos contra el espíritu de César y en el espíritu del hombre no hay sangre! ¡Oh, que no pudiésemos inmolar el espíritu de César y no desmembrar a César!"
El alegato de Marco Antonio... al descubrir el cuerpo de César y mostrar las heridas: "pobres bocas mudas [ ] les pido que ellas hablen por mí."
"Julio César" es una de las grandes obras de Shakesperare que no se ha representado mucho en comparación a otras de la misma calidad. Hay una versión para cine dirigida por Joseph Mankiewicz con Marlon Brando, Louis Calhern y James Mason que, en su día, me pareció muy buena.
ANTONIO Y CLEOPATRA
Hay un descenso cualitativo en esta obra que podría ser una continuación argumental de "Julio César" aunque, en realidad, la escribió antes.
El personaje de Cleopatra es presentado como una manipuladora, posesiva y voluble mujer que está enamorada de Marco Antonio. No es una historia romántica de amor. Marco Antonio está poseído por esa mujer y es consciente de su propia perdición si no se aleja de ella.
Como en todas las obras de Shakespeare, "Antonio y Cleopatra" no carece de escenas de referencia, diálogos ricos en matices, a pesar de parecerme más descuidada, con algunos lapsus argumentales y actuaciones ilógicas de los personajes que mellan la obra. Sin embargo, el ritmo de las escenas de batalla y negociaciones entre contrincantes resulta ágil y está perfectamente estructurado, una gran cualidad en uno de los puntos más difíciles de dramatizar (en escena, no obstante, puede ser una sobrecarga argumental).
Cleopatra crecerá como personaje en su escena final, cuando decide poner fin a su vida para evitar ser expuesta y denigrada por el vencedor Octavio.
TIMÓN DE ATENAS
Se considera una obra menor de Shakesperare, quizá por una exposición menos sutil (en apariencia) del tema y del personaje que trata o porque se sabe que parte de esta obra fue escrita por un dramaturgo menor llamado Thomas Middleton.
En mi opinión es una buena obra; aunque no sea una de las mejores, contiene grandes momentos dramáticos. La caracterización de Timón puede parecer en exceso simple: un rico noble que regala dinero y presentes a todo el que le pide y se hace pasar por amigo suyo (hipócritas que se aprovechan de su ingenuidad). Cuando Timón se arruina, todo el mundo le da la espalda y decide abandonar Atenas y habitar una cueva como un ermitaño misántropo. El contrapeso al protagonista lo sostienen dos personajes: Flavio, el intendente y fiel empleado, y el filósofo cínico Apemanto.
Cuando decía que era poco sutil en apariencia era porque Shakespeare siempre ofrece más lecturas de lo que expone en primer plano; porque el que es dispensador de sus bienes sin miramientos, es culpable de su falta de administración; porque quien regala, muchas veces busca la adulación más que la satisfacción de alegrar al que pide; porque el no mirar y no distinguir, lo hace culpable de su mala vida. El personaje es grosero pero sus pliegues son interesantes, su pensamiento, sus motivaciones quedan difusos. Además de la caracterización de Timón está el retrato de la sociedad ingrata y todos sus pecados, y unos personajes secundarios bien dibujados.
TITO ANDRÓNICO
Uno de los dramas más violentos y cruentos de Shakespeare.
Sorprende un primer acto que resulta algo precipitado en hechos por la condensación de situaciones, sin respiro y carente de matizaciones que quedarán a cargo del director de la obra. Así, nos cuenta la rivalidad entre hermanos que aspiran al trono del padre, la decisión del Senado para que sea Tito Andrónico el que designe al sucesor y el nombramiento final del primogénito Saturnino. Tito, vencedor en la batalla contra los godos, trae prisionera a la reina Tamara y se ejecuta a su hijo. Tamara jura venganza. Saturnino quiere desposar a la hija de Tito, Lavinia, pero ésta es secuestrada y en el acto de defensa Tito mata a uno de sus hijos. Por aparente despecho, Saturnino se casa con Tamara. Tito se niega a enterrar en el panteón familiar a su hijo traidor aunque al final cederá. El acto acaba con la reconciliación aparente de todos y la celebración del doble desposario.
Todo lo que podría haber sido desarrollado en el drama queda comprimido en un acto. Pero en la obra quedan todavía muchos acontecimientos, traiciones y asesinatos, mutilaciones y cabezas decapitadas.
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