Baumgartner (2023) de Paul Auster

La última ficción escrita por Paul Auster es una buena novela, entretenida, reflexiva e interesante. Con fina ironía nos acerca a la vida de un viudo sexagenario que hace un repaso involuntario a su vida.

Baumgartner es un profesor de filosofía a punto de jubilarse que vive sólo tras la muerte de su mujer hace una década. Olvidadizo, de costumbres algo extravagantes (propias de un solitario), es consciente de sus déficits por la edad: todo empieza en un día en el que se suceden varios accidentes. A pesar de la melancolía, no ha perdido la ilusión por la vida, sigue escribiendo y se involucra en otros proyectos.

Paul Auster retrata a su protagonista con simpatía, un hombre que acepta las cosas con humor filosófico, sarcástico o simplemente socarrón, con la experiencia de toda una vida, como el propio autor. El lector se adhiere al protagonista con facilidad, desde el principio.

En mi lectura he percibido una cierta fisura en la construcción de la vida del personaje: al principio parecía que era un solitario que llegaba al punto de buscar que la cartera acudiera a su casa casi todos los días con libros comprados sólo con esa excusa (por la falta de contacto humano) y después, a mitad de la novela, el protagonista está quedando con una mujer madura con la que se plantea pedirle que vivan juntos (de forma poco firme, ciertamente). La torpeza inicial, los problemas de memoria que dibuja el autor al principio, se diluyen hasta desaparecer con el transcurso del libro.

La mayor parte de los incisos donde se transcriben los escritos de su mujer fallecida no carecen de interés, suponen una lógica ruptura del estilo narrativo de la novela aunque no deja de chocar al empezar con un relato juvenil en un lenguaje propio de la inmadurez. El poema juvenil parece una inclusión innecesaria.

Hay una parte misógina del personaje que comparto plenamente: detestar las largas conversaciones banales en la que alguien te cuenta su vida sin importarte nada de lo que dice, ni del sujeto, o esas reuniones inútiles de trabajo que se alargan innecesariamente.

Algunos pensamientos del personaje me removieron: "Vivir es sentir dolor, dijo para sí, y vivir con miedo al dolor es negarse a vivir" (p.73)

"Baumgartner" es la digna despedida de un escritor que ha sido muy importante en la narrativa norteamericana del siglo XX-XXI. Por las novelas que he leído hasta ahora, no incluyo a Auster entre mis grandes literatos pero tiene valores suficientes para acudir a su obra cada cierto tiempo.

"La trilogía de Nueva York" (1985-86) y "El libro de las ilusiones" (2002) figuran entre sus mejores libros.

Editorial: Seix Barral

Páginas: 261