Pierre Michon y mi decepción: "Vidas minúsculas" 1984. "Rimbaud el hijo",1991
SERIE NOTAS
En 2010 decidí leer al prestigioso Pierre Michon y estas son las notas que escribí en su día, las impresiones negativas que me provocaron dos de sus libros.
No he dado otra oportunidad a este escritor desde entonces.
"Vidas minúsculas" fue el primer libro que escribió Pierre Michon y está formado por ocho relatos.
Los relatos son retratos que recrean personajes reales: de su familia, gente próxima y, cuando se descuida, de sí mismo (es egocéntrico, sin disimulo).
La lectura revela a un escritor pretencioso e inteligente que utiliza un lenguaje rebuscado, una escritura alejada de la sencillez, el artificio como estilo. Arrincona el argumento y la descripción de los hechos por construir originales formas estilísticas.
Hay, no obstante, párrafos interesantes con un marcado contenido analítico que cautivan a pesar de lo insoportable que pueda resultar la omnipresencia del escritor. Pasajes como la descripción de sus abuelos y de su familia al inicio de su tercer relato, son un ejemplo, o la descripción por un observador inexistente de la atmósfera, no de los hechos concretos, que se deriva de una discusión padre-hijo y el abandono del hogar.
En algunos relatos adolece de excesivas construcciones dubitativas, pudo ser esto o aquello, aceptable como recurso ocasional pero las repite hasta el agotamiento. Abusa de la hipérbole en adjetivos y sustantivos como figura retórica a lo largo de todos los relatos: la sencillez es su enemigo.
Por otra parte, el realizar continuas afirmaciones de tipo trascendental le lleva a soltar alguna que otra memez, que sería disculpable si el envoltorio no fuera tan pretencioso. Un ejemplo de su incapacidad es la ridícula definición de la locura (p.146)
El autor parece obsesionado con el origen campesino que él mismo tuvo y por su prolongada incapacidad para escribir. Hubo mala suerte y, tras años de intentos, cree Michon que lo consiguió... lo peor es que hay editores que se lo creyeron también.
RIMBAUD EL HIJO
De esta breve novela sólo diré que su texto es infumable, plúmbeo y falsamente innovador y profundo en su forma, difícilmente accesible si no tienes conocimiento de la vida de Rimbaud y aunque la tengas, como es mi caso, no sirve de enriquecimiento acerca del mismo.
La novela está llena de frases ridículas y es incapaz de transmitir el motivo de su pasión por el poeta, incapaz de ahondar en la psicología de nadie, incapaz de algo que estimule.
Michon, a la papelera.
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